Con el boom del Internet y de las redes sociales diversas profesiones se fueron creando, una de ellas es el Community Manager o CM, responsable de gestionar, construir, gestionar y administrar la comunidad online alrededor de una marca.
El CM cumple el rol de desarrollar y mantener la relación de la marca con sus diferentes públicos.
Contrario a lo que se piensa, este trabajo es intenso e implica mucha entrega y compromiso por quien lo desempeña. En un mundo que día a día es más virtual, todos esperamos que las marcas nos escuchen, interactúan con nosotros y respondan rápidamente a nuestras dudas.
Trabajar como CM implica más que tener una cuenta de Facebook, Instagram y Twitter, por citar algunas plataformas de redes sociales. No cualquiera aguanta la presión de recibir cientos de comentarios al día, ya sean negativos o positivos.
Quien maneja la cuenta de una marca, sea pequeña o grande, se convierte en su vocero principal, al cual los usuarios y clientes se dirigen.
Un CM debe ser proactivo, de escucha activa, profesional y paciente. Debe conocer los Key Performance Indicators (KPIs) de casa red social que maneja, con esto podrá desarrollar las estrategias fortalecer la marca en las distintas plataformas.
El contenido a publicar debe ser de valor y que vayan de la mano con las tendencias, que podemos conocer a través de Google Trends, por ejemplo.
Algo muy importante es que el CM no es diseñador gráfico, editor de video ni web master. Aunque en muchos países como el nuestro se le exige en muchos casos desempeñar todas estas funciones, no debe ser.
Si es importante que un CM tenga conocimientos de diseño gráfico, pero lo correcto es que no ejecute más de un rol. El exceso de responsabilidades puede provocar equivocaciones, errores que ningún profesional quiere cometer,