El ciudadano cada día tiene más capacidad de discernimiento debido a que accede al instante a la información. Ya no hay que esperar porque los grandes medios publiquen para uno enterarse de algo, con el desarrollo de las tecnologías de la información nadie, absolutamente nadie cuenta con una exclusiva, más bien todo somos generadores y compartimos en redes sociales.
Es mucho el avance, el desarrollo y el conocimiento que ha generado que el ciudadano tenga acceso a información de primera mano y a la vez que pueda generarla, pero este desarrollo no ha sido del todo positivo porque se difunden muchas informaciones falsas y un pesimismo sin igual.
La cantidad de información falsa, información distorsionada, pesimismo y desgracia difundida en la red es inconmensurable. Por ejemplo en República Dominicana, se exhibe un pesimismo impresionante por un conjunto de figuras y personas, que nos hacen entender que vivimos en el peor país del mundo. Si bien cierto, nuestro país no es Suiza, pero tampoco es una réplica del Apocalipsis en la tierra. Y lo sorprendente es que muchas de las personas que difunden estas informaciones viven en torres de lujo, tienen vehículos de lujo y visitan los restaurantes más caros. Además siempre viven de viaje.
Hay muchas cosas que deben mejorarse, muchas y con esto no quiero decir que no se deben puntualizar los problemas que nos afectan pero tampoco sirve de mucho presentarlos como desgracias incorregibles. Los problemas que nos afectan lo resolvemos involucrándonos como ciudadanos y debemos tener cuidado ya que muchas personas se dejan influenciar por los comentarios de terceros y si le decimos que todo va a fracasar, entonces así será, habrá fracaso y mucha desilusión para aquellos que esperan una palabra de aliento que les indique que deben seguir el camino.
Utilicemos estas redes sociales para cuestionar, aportar y servir de aliento a muchos que lo necesitan. Todo con dedicación y esfuerzo se puede concretizar. Si usted tiene sus problemas resueltos no se dedique a destruir los sueños y las esperanzas del que no los tiene, y está esforzándose en convertirlos en realidad.
El poder de la palabra es impresionante y puede generar un gran cambio. Si a usted no le gusta el desempeño de un político, critique con base y haga recomendaciones de como usted entiende podría resolverse una problemática. No critique por deporte y utilice la red para generar ese cambio tanto usted y yo queremos ver en la sociedad. No siembre odio, así no avanzamos más bien lo que se genera es un clima de violencia y desasosiego.
Es hora de aportar y ser arquitectos de esos cambios que queremos ver.
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